Vivimos en tiempos de preguntas
fuertes y respuestas débiles. Las preguntas fuertes son las que se dirigen -
más que a nuestras opciones de vida
individual y colectiva - a nuestras raíces, a los fundamentos que crean el
horizonte de posibilidades entre las cuales es posible elegir. por ello son
preguntas que generan una perplejidad especial. Las respuestas débiles son las
que no consiguen reducir esa complejidad sino que, por el contrario, la pueden
aumentar. Una de las preguntas fuertes puede formularse así: ¿porqué el
pensamiento crítico, emancipatorio, de larga tradición en la cultura occidental,
en la práctica, no ha emancipado la sociedad? Dominan dos respuestas, por un
lado, se contesta que, de hecho la emancipación social y política posible ha
sido realizada. Por otro lado, se contesta que, el potencial emancipatorio de este pensamiento está intacto
y sólo hay que seguir luchando con las orientaciones que derivan de él. Ambas
respuestas son doblemente débiles porque no están conscientes de su debilidad y
porque descalifican la pregunta en vez de contestarla. En este libro busco
identificar alguna de las vías para formular una respuesta fuerte a esta
pregunta o, por lo menos, una respuesta consciente de su debilidad.
Tales vías no son especulaciones
de la imaginación utópica sino construcciones teóricas y epistemológicas que se
han hecho posibles a partir de las luchas sociales de los últimos treinta o cuarenta
años.
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